Federación gana juicio por cláusula contractual que Walmart se niega a cumplir

Después de 7 meses de negociación colectiva en bloque, el año 2012 Walmart suscribió contratos colectivos con diversas organizaciones, instrumentos que nunca cumplió del todo. Una vez entrados en vigencia, rehusó cumplir algunas de las cláusulas pactadas e intentó que las organizaciones aceptaran modificar los contratos colectivos suscritos. Algunas aceptaron. Otra no, la cual ayer obtuvo sentencia favorable.

Durante años, en los supermercados Líder operó una cláusula contractual ilegal, el denominado “bono estímulo de cajas”, por medio del cual los cajeros recibían un % de las ventas que se registraran en sus cajas. Sin embargo,  a las mismas se descontaba las pérdidas o diferencias negativas de caja que hubiera tenido el cajero en el desempeño de su labor. Es decir, se descontaban de sus comisiones.

Lo anterior pretendía encubrir un descuento de remuneraciones prohibido por el artículo 58 del Código del Trabajo. En varias oportunidades las Inspecciones del Trabajo multaron a los supermercados Líder, obligándoles a restituir el dinero descontado. Y aunque la empresa recurrió a Tribunales, éstos ratificaron la ilegalidad de la cláusula (véase Bono estímulo de cajas”: la cuestionada cláusula de los Convenios Colectivos de supermercados Líder).

Debido a ello, la nueva Gerencia de Relaciones Laborales de Walmart propuso a los Sindicatos modificar la estructura de remuneraciones de sus cajeros, aprovechando las negociaciones colectivas en bloque que el año 2012 desarrollaría en forma paralela a nivel de “organizaciones representativas”. Concretamente, propuso separar la comisión por ventas de las pérdidas o diferencias de cajas. Las primeras se recibirían “íntegras” mientras que las segundas se imputarían o se descontarían de una asignación por pérdida de cajas que se crearía al efecto (descuento permitido, porque técnicamente no constituye “remuneración”).

Después de 7 meses de negociación, Walmart llegó a acuerdo con una de sus Federaciones, estipulando expresamente que la asignación de pérdida de cajas se pagaría a todos los “trabajadores que realicen labores propias de cajeros, y en general, aquellos que tengan asignado un código de operador de cajas (código interno que los habilite para operar una caja en que se registren las operaciones de pago recibidas por la empresa), recibirán una asignación especial y mensual de $15.000 para jornadas de 45 y 30 horas y $10.000 para jornadas de menor extensión”.  La intención era que la asignación no la percibieran solamente los cajeros sino también los trabajadores que, a pesar de no estar contratados especialmente como cajeros, igualmente deben desempeñar esa labor, ya sea en el lineal de cajas principal, en la sección de Servicio al Cliente (caja “negativa” en la que habitualmente se realizan ventas de productos) o en la sección de Eletro (caja independiente). De este modo, los criterios relevantes eran “jornada de trabajo”, “código de operador de cajas” y “haber trabajado en una caja.”

La misma cláusula fue replicada en los instrumentos colectivos que, en Noviembre y Diciembre de 2012, Walmart suscribió con las demás organizaciones que negociaron paralelamente.

Sin embargo, la empresa no aplicó la cláusula oportunamente, como estaba pactada. Después de varios meses, determinó pagar la asignación conforme a una nueva fórmula: a quienes no estaban contratados especialmente como cajeros, les pagaría según el tiempo efectivamente “conectado” en caja (ya no por su jornada de trabajo), con lo cual los trabajadores con jornada de 45 y 30 horas recibirían casi siempre un monto menor al pactado; mientras que a los vendedores integrales de la sección de Electro, no les pagaría asignación alguna debido a que tienen código de operador común (defendieron que el código de operador debía ser individual, pese a que la cláusula no distingue).

La empresa se llenó de fiscalizaciones y multas, así que ideó un plan de contingencia: negociar con los sindicatos para modificar los contratos colectivos suscritos. El “combo” incluía otras dos cláusulas que la empresa deseaba no cumplir literalmente: la obligación de proveer gimnasios a sus trabajadores y el servicio de buffet en sus almuerzos. El “gancho” sería suscribir otros contratos colectivos con los socios nuevos, idénticos a los anteriores, para extender los beneficios (Walmart dejó de extender beneficios según el artículo 346). De este modo, la organización que se rehusara, tendría a sus socios nuevos sin beneficios.

Las dos organizaciones que firmaron contrato colectivo en Noviembre y Diciembre de 2012 aceptaron el trato. No así la primera Federación que firmó, en Octubre de 2012, por lo que decidió recurrir a tribunales, con resultado favorable.

Ayer 7 de Abril se dictó sentencia en el primer juicio interpuesto por esa Federación, que beneficia a 29 socios de uno de sus Sindicatos. La jueza validó la interpretación del sindicato (se paga según jornada de trabajo, incluso a los trabajadores de la sección de Electro), ordena a la empresa a que pague retroactivamente las diferencias adeudadas, que en el futuro pague conforme a la interpretación establecida y la condena al pago de las costas de la causa (RIT O-4712-2013, del Primer Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago).

La empresa tiene 10 días para recurrir de nulidad. Todo indica de qué así lo hará, teniendo en consideración el precedente que le genera respecto de las demás organizaciones que sí aceptaron su “trato”.

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Aldo

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