Vendedores deben trasladar dineros recaudados en sobres cerrados hasta un cuarto piso, sin el acompañamiento de guardias de seguridad y con la única “protección” de cámaras de seguridad, exponiéndose a robos en el trayecto. Empresa se negó a adoptar medidas implementadas en otro establecimiento con igual problema.
El Sindicato del Mall del Centro, denunció a la empresa Ripley ante la Dirección del Trabajo por vulnerar los derechos fundamentales de los trabajadores que se desempeñan como vendedores, quienes deben trasladar sobres con $600.000 recaudados en sus cajas hasta la unidad de tesorería ubicada en el cuarto piso del establecimiento, sin el resguardo o acompañamiento de guardias de seguridad, exponiéndolos a robos o asaltos.
La situación es similar a la ocurrida en la tienda Ripley de La Serena, caso en que la Inspección de la zona citó a mediación a la empresa luego de acreditar la existencia de indicios de vulneración de derechos fundamentales, comprometiéndose la empresa a implementar un sistema de neumáticos o balas para el traslado de los dineros. Sin embargo, en el proceso de mediación respectivo, la empresa declinó implementar el mismo sistema en la tienda Ripley del Mall del Centro y ofreció, en cambio, aumentar la cantidad de cámaras de seguridad, instalar botones de pánico, un teléfono exclusivo para informar sobre el traslado de sobres y “la realización de un proceso para mejorar el conocimiento que tienen los trabajadores sobre los procedimientos vigentes en la empresa para el traslado de sobres con dinero y recaudación de dinero y valores.”
En el desarrollo del juicio se acreditó que en el transcurso de un año cinco trabajadoras sufrieron pérdidas o robos de sobres con dinero, los pocos guardias del establecimiento protegen la mercadería y no acompañan a los trabajadores que transportan el dinero, y que “la única medida de seguridad” es la grabación del trayecto con cámaras de seguridad. Como es obvio, “la sola existencia de cámaras de seguridad no impide que el trabajador pueda salir lesionado.”
Por ello, afirmó el tribunal “Que no se necesita prueba para saber que cuando un trabajador desempeña una actividad que lo expone a ser víctima de asaltos y robos, tiene un nivel de stress superior a lo normal, y si la empleadora no adopta medidas de seguridad que permitan al trabajador laborar en un ambiente más seguro, resulta claro que está afectando su derecho a la integridad física y síquica”, y condenó a la Ripley por vulnerar la integridad física y síquica de sus trabajadores (sentencia de 7 de marzo de 2016, del Segundo Juzgado de Letras del Trabajo, RIT T-885-2015).
Como medidas reparatorias, el tribunal obligó a la empresa a que el traslado de sobres por parte del vendedor sea en compañía de un guardia, además de instalar otras medidas por la empresa en la etapa de mediación (botones de pánico y teléfono en la sala de monitores con uso exclusivo para el traslado de sobres).
Esta sentencia, relativa al traslado interno de valores, se une al dictamen de junio del año pasado en que la Dirección del Trabajo declaró ilegal el transporte de valores en Banco Ripley realizado por los “tesoreros” hacia fuera de las sucursales, configurando de este modo una doctrina que apunta a que las empresas dispongan de personal idóneo en el transporte de valores y protección de quienes los trasladan.